No sólo se trata de andar para adelgazar
Para mejorar nuestro estado de salud es fundamental realizar entrenamiento de fuerza.
Vivimos en una sociedad muy sedentaria (coger el coche, subir en el ascensor…) y muchas veces cuando nos decidimos a hacer alguna actividad física es por motivos estéticos y sin ningún tipo de control por parte de un profesional que nos indique qué ejercicios son mejores en cada caso concreto.
En definitiva, nuestros hábitos de vida no suelen ser los más saludables, lo que suele desembocar en problemas de salud: dolores de espalda, sobrepeso, diabetes o, incluso, un infarto.
Los profesionales de la medicina nos recetan los medicamentos o tratamientos pertinentes, pero cuando nos aconsejan llevar ciertas rutinas saludables relacionadas con la actividad física, muchas veces sus consejos no son los más adecuados. Se suele recomendar andar a las personas con sobrepeso o que han sufrido un infarto y nadar a las personas con problemas de espalda.
Pero hay médicos que en toda su carrera no han estudiado nada relacionado con la actividad física y, por tanto, a veces no están dando el mejor consejo. De nada sirve andar varios kilómetros todos los días, si no somos capaces, por ejemplo, de levantar nuestro propio peso.
Los ejercicios “aeróbicos” no son suficientes para afrontar ciertos problemas, es fundamental realizar también trabajo de fuerza. Y todo ello bajo la planificación y supervisión de un profesional de la actividad física para que cada ejercicio esté adaptado a las necesidades y problemas de esta persona en concreto.
A partir de los 30 años es muy importante hacer actividad física para que no empiecen los achaques. Pero que no todo sea caminar o correr, ya que si no entrenas la fuerza tu sistema cardiovascular no va a funcionar adecuadamente.
El entrenamiento de fuerza tiene infinidad de beneficios: combatir los achaques del envejecimiento, prevenir la diabetes tipo 2, los dolores de espalda, ciertos problemas menstruales, hipertensión, cardiopatías, de movilidad, etc.
¿Y cuál es la explicación científica de todo esto? Muy en resumen, podríamos decir que cuando el músculo se contrae liberamos mioquinas, que son antiinflamatorias y mejoramos el sistema inmune.
Pero ¡cuidado! No empecemos a levantar pesas sin más o a hacer crossfit como locos. Debe haber una progresión y unos momentos de descanso. Por eso, es fundamental la supervisión por parte de los profesionales. Más vale empezar con pocos ejercicios, pero que sean los adecuados, que hacerlo con demasiada intensidad y sin control, porque entonces aparecerán las temidas lesiones. Además, si vamos poco a poco, nos ayudará a crear adherencia y evitará que abandonemos a la primera de cambio.
Y sobre todo es fundamental adquirir unos hábitos de vida saludables y no esperar a que aparezcan déficits o patologías. Una buena alimentación y una actividad física frecuente serán las claves para evitar acudir a la consulta médica. En este sentido, es fundamental que ya desde pequeños, en la escuela, eduquemos a niños y niñas en la importancia de cuidar nuestra salud a través de una actividad física adecuada (no vale con hacer cualquier deporte) y una alimentación saludable.
En definitiva, si queréis empezar a tener una vida más activa para mejorar vuestra salud, acudid a profesionales especializados, como los licenciados en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. En Inertial nuestros entrenadores están especializados en esta área y cuentan con muchos años de experiencia.